aceite cosmetico de lavanda

Desde tiempos milenarios la belleza cautivó a todas las culturas. Descubre muchos de los secretos cosméticos de la antigüedad.»

Hace apenas cien años no existían las grandes empresa de belleza. De hecho la mujer pálida, sin maquillaje y con el rostro lánguido era considerada la más hermosa. Sería hasta que Coco Chanel impuso la moda del bronceado, los ojos oscuros, el labial rojo y el esmalte de uñas rojo. El aspecto atlético en los hombres adquirió relevancia a partir de la primera guerra mundial; época en que una prestigiosa marca cosmética se iniciaría vendiendo libros y una colonia que se volvió popular con el tiempo.

El protector solar una invención de guerra

El uso masivo de los cosméticos comienza a partir de la II Guerra Mundial, cuando el uso del jabón en higiene se extiende en la sociedad civil. Maquillajes y cremas procedentes de pinturas de camuflaje militar y cremas protectoras contra la radiación solar cuentan entre los primeros productos en tener una versión comercial. De hecho en 1944, un farmaceútico de Miami Beach, Benjamin Green, desarrolla un protector solar para los soldados del Pacífico Sur.

a diferencia de todos los otros placeres, el placer que tomamos en la belleza es inagotable. Kant

Hollywood primero y más tarde la televisión en color actuaron como detonantes, las chicas de entonces querían parecerse a estrellas de cine como Marilyn Monroe, Grace Kelly, Audrey Hepburn, etc.

Sumerios, asirios y babilónicos cuidaban su piel

Hace ya cinco mil años, los sumerios, asirios y babilonios extirpaban a los demonios de la piel con lodo, emplastos, ungüentos y plantas. El aceite de castor, el anís, la belladona, la canela, el cardamomo la mirra y la mostaza, eran usadas en estas terapias milenarias contra las arrugas y otras afecciones cutáneas. De hecho en el famoso Pariro de Ebers ya aparece el uso de áloe para tratar quemadas y mejorar la belleza de la piel.

Los aceites secretos de los egipcios

Los museos de egiptología recogen la importancia de la cosmética para esa civilización. Se creía que la esencia espiritual de las plantas curativas poseía un poder sobrenatural. Los aceites sagrados utilizados para la momificación fueron el mejor aceite de cedro y el mejor aceite de Libia.

Un aceite corporal de uso común en la época egipcia era a base de sésamo, higuerilla, balanos, o bellota de mar, moringa y aceite de oliva. Se pensaba que le proporcionaba belleza a la piel. Los faraones egipcios hacían poner sobre sus tumbas un ramillete de romero para perfumar su viaje al país de los muertos.

En la época de Ramsés IX, h. 1100 a. C, el aceite de moringa era considerado como un producto exótico, de lujo que se regalaba a reyes para incluirlo en sus tesoros. En un ánfora aparece una impronta paleográfica en la que se puede leer: aceite de moringa y extracto de mandràgora.

El culto a la belleza de los griegos

Anfora griega con aceite de olivaLas costumbres egipcias se exportaron a Grecia y Roma. La palabra cosmética procede del griego Kosmetos, que significa buen orden, adorno u ornamento. Los helenos estable-cieron cánones para la belleza, por ejemplo la Venus de Milo, todo un icono sobre el culto al cuerpo. Se depilaban el cuerpo como signo de juventud y por la noche se aplicaban ungüentos de resinas de ciprés, cedro e incienso. La cara se trataba con acetato de plomo y cinabrio. El perfume se obtenía de esencias orientales y agua de rosas. Dioscórides nombra al romero como libanotis coronaria y entre las propiedades que le atribuye, como uso externo, está la de tonificar el cuerpo fatigado.

Cremas cosméticas romanas

En Roma se hizo muy popular el uso del higo mezclado con banana, avena y agua de rosas, com una crema facial para la belleza de la mujer. El aceite de oliva se empleaba para la limpieza del cuerpo en general y para combatir las arrugas. Con el plomo blanco (cerusa) se blanqueaban el rostro, con la variedad de plomo rojo se aplicaban coloretes. A Galeno se le atribuye la invención de la crema fría predecesora de la actual Cold Cream, protectora de la piel [agua de rosas, aceite de almendras y cera de abeja. Recientemente se han hallado ánforas en yacimientos arqueológicos de Chuisi (Italia) con ungüentos en buen estado de conservación en el que el aceite de moringa es un componente principal.

El aceite de Moringa

La composición del aceite de moringa (<1% en ácidos grasos poliinsaturados), lo convierte en una base para cosméticos de belleza, jabones y perfumes, dado que absorbe el mal olor y es apropiado para atrapar fragancias florales. Junto al aceite de marula, se considera como uno de los aceites ideales en la elaboración de cosméticos. Estos datos científicos, ya los comprobaron de forma empírica en la antigüedad egipcios, griegos y romanos; quienes importaban el aceite de moringa desde el actual cuerno de África, Somalia y Etiopía.

Fuente:Artículo de Francisco González y Bravo Díaz

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